“El escritor se sentó en un banco del parque, en su lugar preferido, bajo la sombra de un tilo, extrajo el cuaderno y el bolígrafo del cartapacio, observó el panorama durante unos segundos, imaginó otros tantos y escribió… una historia verdadera, de esas que se gestan en el corazón de la vida. La tituló “A la sombra de un tilo.”.
A la sombra de un tilo - (Salvador Robles)
Pasa, amigo mío... mío y de esta casa que nos acoge a los dos; entremos en la biblioteca. Tengo un nuevo libro que mostrarte, de un autor del que ya te hablé otras veces: Salvador Robles. Ven y te mostraré un texto de lujo, con varios relatos, entre sus más de quinientos, premiados antes de su publicación. Un libro que, como un amante tranquilo y delicado, acaricia el espíritu en reposo. La primera acepción de la palabra reposo en el diccionario es: descansar, dar intermisión a la fatiga o al trabajo.
Pues bien; en ese espacio de privilegio siempre encaja como un guante una buena lectura.