Cuando te alcance lo irremediable no rechaces sus lágrimas. Deja que persigan el rastro de tu herida tierna. Cuando lo irremediable te alcance de nada servirá que corras, sin aliento, para atrapar el alba.
De nada valdrá que supliques, que inventes palabras nunca dichas para fortalecer tus ruegos. Que lo niegues una y otra vez todo.
Gritar no te servirá de nada, de nada te servirá callar. De nada querer dar marcha atrás al tiempo. Cuando lo irremediable te alcance solo te quedará el recuerdo de aquello que perdiste.