sábado, 30 de diciembre de 2023

Esa carita


 


Ay tu carita preciosa, felina herida de precavido paso. Guardas tu belleza maltratada en no se sabe qué trampas de cuántos desdichados encuentros. 

Ay tu carita en los días de anhelos cumplidos, te veo recorrer el patio y la casa, flotas en mi pensamiento con un suspiro agridulce.

Ay tu carita pegada al cristal, llegando a la cocina por delante de mis pasos y en la conversación pertinente que nos traíamos. 

Tu carita preciosa que fluye sin contorno ya, ni tacto, por el filo de los días. Esa calidez sin forma que nada puede borrar. 

Tu mirada de estanque profundo, donde nadaron mis preguntas y bebíamos del amor. 

Ese misterio nuestro que no puede desvelarse a quien nunca le abrió su corazón a un gato. 

sábado, 23 de diciembre de 2023

Dos miradas


Hoy nos hemos encontrado después de tantos años, y la vergüenza no te dejaba mirarme a los ojos. Tu derrota prolongada me hablaba sollozante, alegaba no encontrar ni un buen recuerdo de ti en tu memoria.
Pero yo me he enfrentado a tu derrota, tu enemiga íntima, y le he jurado que yo sí recordaba cosas buenas de ti.
Y he sido testigo de tu lucha para levantar los ojos hacia los míos, ahogados en la tristeza infinita de tu soledad.
Y he aprendido, mirándote, que hasta el infierno más profundo puede albergar dignidad.




viernes, 22 de diciembre de 2023

Una Maga apellidada Menganita



Érase que se era una Maga a la que apellidamos Menganita. 

Un día vino a visitarnos, decidió quedarse con nosotros y fue la reina de un jardín encantado que nombró su paraíso. 

Nos regaló los tres últimos años de su vida, inundando la casa de belleza y ternura. 

Hoy nos hemos dicho hasta siempre, con el alma sembrada de su recuerdo y el corazón henchido de gratitud. 

Compartir el hogar contigo ha sido una aventura, una bendición y un privilegio. 

Siempre te llevaremos en el corazón. 









 

viernes, 1 de diciembre de 2023

Furtiva lágrima



    

Cuando en tu soledad se torne líquido el recuerdo, cuando su dicha o desconsuelo se sustancie en lágrima temblorosa, sabrás que tu verdad más sagrada se muestra para que la atiendas. A veces rescatará tus gozos, y a veces te devolverá el fracaso. Escucha su rumor cristalino para que, de cualquier modo, percibas todo su esplendor. 

Es en tu verdad que brillas, que encuentras sentido para bien y mal, que conectas con el propio camino, el que siempre buscas sin quizá saberlo, el que te sumerge en el misterio escurridizo que eres tú mismo. 

Y no contengas las aguas del dolor ni de la risa, porque del agua nace la vida.