miércoles, 24 de abril de 2024

Extracto de EL MUNDO DE LA LÍNEA INFINITA: Menganita (2).



Ilustración de Marta Virseda García



   A la gata sin nombre le gusta frecuentar un parque cercano, donde acude para echar la siesta debajo del árbol viejo, el de las cicatrices grandes en la corteza. Se queda allí cuando no hay gente apenas, y la contada que pasa lleva demasiada prisa para fijarse en ella. Cuando llega le parece, y está en lo cierto, que el abuelo de los árboles la saluda, y se le nota contento de volver a verla. A su sombra, con el rumor de las hojas, la felina se hace un ovillo y se adormece, sintiéndose querida por otro ser vivo, aunque sea uno tan distinto a ella. Y en éstas sueña que el destino le tiene reservado algo bueno. Algo muy bueno, a decir verdad. Tanto, que no acierta casi ni a darle forma, un poco sí lo consigue en sus incursiones oníricas, y solo ahí, porque es difícil imaginar algo tan desmedido y hermoso cuando cuesta un mundo sacar la vida adelante, cuando la suerte es hostil. 

sábado, 20 de abril de 2024

Extracto de EL MUNDO DE LA LÍNEA INFINITA: Menganita (1)

 


MENGANITA, ilustración de Marta Virseda García


    La gata sin nombre se despereza lenta, abre la boca cuanto le dan de sí las comisuras y enseña la rasposa lengua y las encías melladas. Entona los músculos de su cuerpo flaco tensando las extremidades y arqueando la espalda como un taiko-bashi, ese puente de jardín japonés que evoca el tránsito de la vida terrena a la celestial. Luego se proyecta hacia atrás extendiendo las patas delanteras por turnos, tomándose su tiempo, para recuperar a continuación la posición erguida. Concluye el ritual de estiramientos con otro largo bostezo que delata sin reservas la ausencia de varias muelas y los dos colmillos izquierdos, arriba y abajo. Dicho vacío imprime a su boca un rictus algo torcido, como si estuviera siempre al borde de un estornudo. Incluso con este defecto se trata de animal bello. Una gata muy bonita, a decir verdad. Pero claro, de esto último ella no tiene ni la más remota idea. 

lunes, 15 de abril de 2024

Breve crónica de una trilogía sobre E.T.A.



 



CONTRA EL CIELO

PAGA O MUERE

DESPIADADOS


   

   

Estos son los títulos de una trilogía sobre la banda terrorista que tan profundamente nos marcó como país. Porque la historia de España hoy no puede escribirse, por desgracia, al margen de lo que ETA supuso.

En cada entrega se ha subido un peldaño, se ha ampliado el marco, se ha ahondado en el entorno y con el tercer volumen, se ha completado el círculo. Todo ha sido contemplado, todo ha quedado expuesto. Ante el lector se muestran todos los flancos posibles. De un lado y del otro. Y como en la vida, porque de la vida vivida se habla, todo está mezclado. La razón con la sinrazón, la verdad con la mentira, la mesura con la locura, el odio con el amor, el pecado con la redención.

domingo, 14 de abril de 2024

Extracto de EL MUNDO DE LA LÍNEA INFINITA: Reencuentro

 


REENCUENTRO, ilustración de Marta Virseda García


    Una fatiga repentina tomó posesión de todos sus miembros y no tuvo más remedio que sentarse un momento, sofocada. Con el incidente del pajarillo había olvidado sus prisas por llegar a casa. Tenía que encender la chimenea. De esas cosas siempre se encargaba Ramón, pero hacía dos años ya que su único y gran amor partió de este mundo. A ella siempre le quedó el consuelo de oírle decir, la última noche, que había sido un hombre feliz.

Desde el parque podía ver la casa, con sus grandes ventanas y la hermosa verja blanca, pero no se encontraba con fuerzas para recorrer la distancia que la separaba de ella. Mientras, la lluvia no cesaba. Sintió una invasión extraña, como si cada hueso se le fuera convirtiendo en hielo, y todo dolor la abandonase.  

lunes, 8 de abril de 2024

Extracto de EL MUNDO DE LA LÍNEA INFINITA: Nostalgia

 


NOSTALGIA, ilustración de Marta Virseda García


    En el espejo, por detrás de ella, se reflejaban los azulejos de la pared. Los había elegido ella, años atrás, y debido a su entusiasmo Ramón cedió, pese a que el diseño no terminaba de gustarle. Cada día, mientras se duchaba, quedaba absorta en sus dibujos, y a veces se abstraía tanto que no era consciente de estar malgastando el agua. Se regañaba a sí misma cuando esto sucedía, sabiendo que el agua no es un recurso infinito, y cuánto se desperdicia en el mundo moderno. 

Lo cierto era que aquel dibujo secuestraba su imaginación, para ella era hipnótico. En su composición, una línea sin fin unía toda una suerte de motivos dispares, cada cual independiente, pero conectado con los demás que formaban el diseño. Todo unido por aquella ristra infinita. Centró de nuevo la atención en ella, y percibió —ahora sí— un cambio sutil. Se acercó un poco más y se miró a los ojos durante unos segundos… Allí estaba, en el fondo de sus pupilas, la nostalgia. 

miércoles, 3 de abril de 2024

Extracto de EL MUNDO DE LA LÍNEA INFINITA: Fronteras

 


FRONTERAS, ilustración de Marta Virseda García


    Érase un pájaro chiquitín, volando en un parque grande, muy grande. 

    Érase un pajarín coqueto, con plumas de color azul, muy azul. 

    Érase un pájaro chicuelo que vivía en un árbol viejo, muy viejo. 

    Érase un pajarito muchísimo más que bonito. 

    Destilaba candidez, ufano de su hermosura. Ni lo uno ni lo otro le sirvieron para ganarse el respeto de sus vecinos, quienes le consideraban engreído y mentiroso. Era esta fama injusta, pero comprensible, ya que el animalito insistía en proclamarse descendiente de un ángel, lo que le convertía en el hazmerreír de todos. Con total seriedad afirmaba que fue un ángel quien lo vistió de azul, ese azul que, por otra parte, tantas envidias suscitaba. 

sábado, 16 de marzo de 2024

Extracto de EL MUNDO DE LA LÍNEA INFINITA: Miedo

 


MIEDO, ilustración de Marta Virseda García

    Se consideraba afortunado porque no necesitaba ir de acá para allá todo el tiempo, como los pobres humanos, para que las cosas marcharan bien. Es más, sólo con pensar en moverse le entraban sudores. Sus raíces eran ya muy profundas, y temía que un traslado le acarreara un desastre, seguro de que no lo podría resistir. Jamás olvidó los traumas que sufrió de pequeño, en el invernadero, cada vez que lo sacaban del tiesto. Sí, cierto que eso le permitía crecer. Lo peor fue cuando lo mudaron al patio. Y peor aún fue más tarde, cuando lo subieron a un carro tirado por mulas para llevarlo hasta el antiguo Parque del Estanque. Aquella mañana diluviaba, y en el cielo desatado relumbraban incesantes los relámpagos, como chispazos infernales y amenazadores. 

martes, 12 de marzo de 2024

Extracto de EL MUNDO DE LA LÍNEA INFINITA: Separación.




SEPARACIÓN, ilustración de Marta Virseda García


Luz y oscuridad… oscuridad y luz. Cuando nunca se abren los ojos apenas hay diferencia. 

Se mueve despacio envuelta en la negrura, mas no experimenta ningún miedo. Jamás viene nadie a molestarla, y si alguien lo intenta, ni llega a enterarse; bastante tiene con navegar los sueños flotando en la penumbra de su mar tranquilo.

A veces choca en las paredes de la casa sumergida, blandamente, sin daño, y el forzado contacto le resulta placentero. Ignora lo que hay al otro lado, aunque intuye que todo un mundo, porque desde tiempo atrás escucha sonidos enigmáticos. Unos le gustan más que otros: son tan fuertes que la hacen temblar, o tan suaves que le dan sueño. Aparte de esto, únicamente le incomoda la falta de espacio; como si algo alrededor de una voracidad extraña se lo estuviera tragando. La casita encoge, o ella crece; y le da muchas vueltas al asunto, pero no halla una explicación lo bastante satisfactoria. Cuanto más lo investiga menos lo entiende, lo que a menudo la impacienta; entonces opta por desahogarse con una pataleta. 

jueves, 7 de marzo de 2024

Extracto de EL MUNDO DE LA LÍNEA INFINITA: Unidad.



UNIDAD, ilustración de Marta Virseda García




    Amanece en el Mundo de la Línea Infinita. El sombrero cantor duerme tranquilo entre los rizos de una niña rubia, cuando toca sus plumas el primer rayo de sol. Abre los ojos despacio, se estremece un instante y respira hondo, ensanchando el diminuto vientre azul. En sus pupilas tiemblan las estrellas, y en su garganta vibra la música del universo.

La niña se despereza, y la línea que lo mantiene todo unido se echa a volar de repente, cual cometa. Inicia su ritual de formas, baila en círculos, esculpe montañas, destapa volcanes y se enrosca en un muelle con ínfulas de caracol gigante. A veces se pone muy formal a base de aristas; pero enseguida se cansa y vuelve a rizarse, a bailar, a peinarse las curvas, lamiéndose la cola como un gato; una cola sin principio ni fin lógicamente. Diríase perdida en un laberinto de nudos, de piruetas locas, bosquejando a su paso figuras, y enhebrándolas en un trazo incansable: elefantes, serpientes, guitarras, corazones, flores, mariposas, triángulos, lazos, arroyos, cangrejos, lagos… y cuando ya de puro entusiasmo no sabe qué más hacer, se inventa criaturas nuevas: rupiantas, zaflos, sarmas, celindras, cantuerzos, palindustres, macunfas y dumiolas. 

Así todos los días. Incluso escribe signos, letras que forman palabras, y palabras que cuentan historias en el lenguaje atávico del mundo continuo.


Mariaje López (El mundo de la línea infinita) Ilustraciones de Marta Virseda García.  M.A.R. Editor. 


viernes, 1 de marzo de 2024

Eternamente inestable






     Este hálito que llamamos vida, colmado de pequeñas muertes, sacudido por tormentas, remansado a veces, braceado de olas. Queriendo siempre enmarcarlo, tornarlo seguro y manejable, prendidos en el espejismo que nos empuja a forzar el paso, a correr en pos del ciervo dorado, con ciego afán tras el rastro de tan vano objetivo. 

Seguridades, certezas... ¿Existen tales cosas? Son como lágrimas de rocío sobre la fragilidad de un pétalo. En un instante se evaporan antes de que se apague su fulgor, sin haber culminado su belleza. 

Y todo el ímpetu y la devoción hacia esa falsa patria de certezas vacías, no tiene mayor sustento que el de esa gota de agua sometida al calor del momento. 

¿Quién pudiera no engañarse apostando a ser omnisciente? Y apurar los sorbos de la experiencia, abandonar cualquier sueño de control sobre el destino y aceptar lo eternamente inestable. 


Mariaje López

jueves, 29 de febrero de 2024

El mundo de la línea infinita: fecha de salida a la venta


El Mundo de la Línea Infinita ya tiene fecha de salida: será el próximo 16 de marzo. 

Es una obra que tenía muchas ganas de publicar, y aspira a instalarse en una esquinita de vuestro precioso tiempo para aliviarlo de sus pesares. Si se consigue por un rato, misión cumplida.

Os dejo la portada, de la maravillosa ilustradora Marta Virseda García.

lunes, 26 de febrero de 2024

En imprenta



    Ya está en imprenta, me dicen mis editores Miguel Angel de Rus y Vera Kuharava, el que será mi siguiente trabajo a publicar. La verdad es que el texto llevaba varios años en un cajón de mi escritorio, y las ilustraciones, en un archivo virtual de su autora, Marta García Virseda.
El recorrido fue largo y complejo, lo cierto es que lo escribí antes de terminar mi primera novela, Beatricia, de corte fantástico. Después me pasé a la real realidad, esa que no es tan apreciable a simple vista, la que nos recorre por dentro buscando salidas ingeniosas, o simplemente, posibles.
No sabía entonces, ni mucho después, que el libro acabaría teniendo un añadido importante. Un capítulo, el más largo, dedicado a Maga Menganita, una gata adorable que vino a visitar nuestro jardín y se quedó en él para siempre. Lástima que ese siempre en nuestro refugio solo duró tres años. Ahora está en un lugar del que nada la puede mover: EL MUNDO DE LA LÍNEA INFINITA, pintada en palabras, que es como decir en nuestro corazón.

Mariaje López

viernes, 23 de febrero de 2024

Ni contigo ni sin ti

 





Toda convivencia discurre en la fricción inevitable de dos mentes (o más). Ignorar esto o infravalorar su calado conduce al fracaso más pronto que tarde. Es en el equilibrio de cesiones y líneas rojas donde cabe la esperanza de que florezca una relación estable y razonablemente satisfactoria. 

Condición necesaria es cierta flexibilidad para encajar los esquemas mentales del otro en el día a día, tolerarlos sí, ya que no nos engañemos: asumirlos como los correctos no siempre está al alcance de cualquier mortal.