La desintegración de La persistencia de la memoria - Salvador Dalí |
Hoy me has dicho: «Qué poco queda ya de quien fui». Y esa frase, lo sé muy bien, es todo un mundo.
Un mundo desolado y sin futuro. Un mundo por el que deambulan los fantasmas del ayer. Sombras que se arrastran confusas en un paisaje quemado. Un erial del que ha huido toda esperanza. ¿Qué te hicimos? ¿Qué te hiciste tú? Pecaste quizá de amarnos demasiado. De amarte a ti demasiado poco.
¿Quién puede borrar su historia? Fue dura la vida, hasta el final. Duro es reconocerse en las huellas de los últimos pasos. Pero más lo es no reconocerse en las propias huellas. ¿O quizá se trate de un requiebro compasivo?
¡Cuánta incomprensión hubo en nuestra casa, cuánta enajenación! Tanto amor mal repartido, tanta violencia. Cuántos silencios de más y cuántas palabras de menos. Silencios verdugos, palabras malditas. Y el alma cayéndose a pedazos.
Un día te perderé, y sé que me sentiré muy solo.
«Qué poco queda ya de quien fui»...
Y al decirlo pareces tan lúcida como antaño. Eres una mujer rota. A los humanos se nos da muy bien rompernos entre nosotros. Nos pasamos así la vida; rompiéndonos unos a otros, y dejándonos romper.
En el silencio de la habitación resuena el tic tac.
Mariaje López.
Pintura: La desintegración de La persistencia de la memoria - Salvador Dalí
Tu escritora personal por Mariaje López se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial.
Que atmosfera bien conseguida de dura existencia de una sufrida vida. Melancolía del pasado, recuerdo de los errores y de las omisiones que hubiera gustado modificar. Buen texto Escritora, seduce desde el inicio de su lectura, tono duro de seres con vida ya recorrida y existencia difícil.
ResponderEliminarBuenos días Salayero: gracias por la visita, por su tiempo, por sus palabras. Ha sido bonito leerle, en este rincón de la casa. Un abrazo.
Eliminar