domingo, 12 de diciembre de 2021

-28- Serie de relatos "Obras de la pintura". LAS DULZURAS PERDIDAS

 

Cabeza y mano en azul - Oswaldo Guayasamin

        Hoy, mirándome en tus ojos, he podido escuchar nuestras antiguas voces. He visto pasar de largo las cosas que no ocurrieron; cosas que deseábamos ambas, alegrías que se mantuvieron lejanas y caricias que optaron por ser esquivas, tantas luminosas verdades eclipsadas en el regusto salobre de las lágrimas.

Todo aquello que nos debíamos, las dulzuras perdidas, las canciones junto al fuego, las viandas amorosas sobre el mantel. Todo lo que anhelábamos y sin embargo expulsamos de nuestra casa común, creyendo que así nos salvábamos.
    
La ternura doliente de nuestra mutua ausencia ha descendido sobre nosotras, implacable, desnudando nuestra indigencia, adquirida en tanta lucha a ciegas contra el destino. A ciegas, como colapsan las estrellas en el hambriento vacío que las aniquila.
    
Tengo las manos rebosantes de tanto amor desperdiciado y no sé qué puedo hacer con él; porque llega tarde, cuando tú casi no puedes recibirlo, aunque yo me desespere por dártelo. Ahora, que tus labios ya olvidaron ese recorrido que se llama sonrisa, un gesto tan simple y natural, que ya te es tan ajeno. 
    
Cómo duele aquello que perdimos sin que llegara a ser. Cuánto quema la necedad del alma una vez reconocida. Qué pesada la carga de los besos nonatos y los abrazos huidos. Qué extraña a veces la vida, qué usurera, qué desleal.
    
Pero aquí estoy cogida a tus manos; con todo este amor lúcido y tardío que acaricia cada uno de tus surcos marchitos, amor que bendigo a pesar de todo, porque hubiera sido peor no tenerlo que sentirlo ahora, cuando todavía encuentra un puente en tus ojos, cuando puedo vaciarme en ellos aunque el dolor rebose; cuando aún puedes decirme que me quieres y tus manos, aferradas dulcemente a las mías, pueden entregarme con esa frágil sencillez la totalidad de tu corazón inmenso, el regalo de tu amor de madre, que estuvo ahí siempre, aunque tu no supieras envolverlo en el papel de regalo que merecía, aunque yo no supiera recibirlo en su desnudez perfecta.


Mariaje López

Pintura: Cabeza y mano en azul - Oswaldo Guayasamin

Tu escritora personal por Mariaje López se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial.

    


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