LA CAMISA
Me he puesto una camisa tuya, y he salido a pasear las calles.
No sé adonde ir, ni qué hacer.
Las aceras maltrechas por la que tanto protestabas, levantadas, sin espacio para el peatón, me resultan extrañas en tu ausencia.
Remolco mi orfandad por su adoquines despojados y ajenos, a pasos lentos, indecisos.
Camino como una estrella sin cielo, precipitada en lo profundo del mar.
Me remiro la camisa, acaricio el tejido como me acaricia él. Tu elegancia me favorece, mamá.
Era algo innato en ti. Jamás vulgar, ni estridente.
Hoy, quise hacer algo especial por tu cumpleaños. El que pudo ser el último y al que no llegaste.
Mis pies me conducen una y otra vez hasta tu casa, me llevan por tus rutas y me empujan a tus tiendas favoritas.
Quizá lo especial sea hacer esto. Recorrer tus mapas sin rumbo fijo, con mi tristeza y tu camisa puestas.
Dándote las gracias por haberme salvado tantas veces.
Al fin decido un destino: vuelvo a casa, contigo.
Mariaje López
Tu escritora personal por Mariaje López se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial.
Escritora tributa usted un precioso homenaje a Doña Paquita, que ella le agradecerá sin duda desde allí arriba donde la vislumbra desde que se marcho. No le quepa duda que está ogullosa de usted, y saborea sus letras, según usted las estampa en esta dedicatoria y las que están por venir. Evocar a los que queremos es lo más grato que les podemos dar, cuando las palabras son nuestros instrumentos, y lo que sabemos utilizar. Un fuerte abrazo, Escritora
ResponderEliminarGracias Salayero. Por su tiempo, su consuelo y compañía en esta casa donde las mil voces guardan silencio. Volverá a escucharlas pronto, si es que le apetece repetir visita más adelante. De verdad, gracias. Un abrazo.
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