sábado, 12 de agosto de 2023

La gravedad de las lágrimas




    Si tan solo hubiera leído la portada de este libro en cualquier estante de librería, estoy segura de que al menos lo habría cogido unos momentos para leer su contraportada. Tan hermoso me parece el título.

Pero es que, además, lo he leído entero, aun antes de haber sido publicado. Y el interior no decepciona: todo lo contrario. Está cuajado de una prosa fina y delicada, de una ironía tan limpia que deja la fealdad desnuda, sin la cáscara resabiada de la retórica, con la fuerza deslumbrante de la verdad vivida, a golpe de corazón y voluntad de supervivencia.

Este era el libro que tanto se había hecho esperar, agazapado en el rincón del dolor, esperando a ser alumbrado por la luz de todas las victorias: la que se remonta sobre la propia historia para proclamarse, laureada de honestidad y valentía.

Este libro es el que cierra una trilogía completada por tres autoras españolas distintas* con una vivencia común. La de los orfanatos y reformatorios auspiciados y promovidos por el Patronato de Protección a la Mujer, esa suerte de GESTAPO feminicida, que en los tiempos de Franco y en los más democráticos de la transición –pues duró hasta 1985–, truncó y malogró, cuando no aniquiló, la vida de miles de niñas y jóvenes españolas, con el beneplácito de toda la sociedad de entonces, que conociendo la existencia de estos centros, los toleraba e inclusive, hacía uso de ellos para deshacerse de situaciones intrafamiliares incómodas.

Cabe destacar en la novela de Fátima Díez la ausencia de morbo, el naturalismo narrativo, y la foto fidedigna del trato machista que había de soportar una mujer desde su niñez, trato normalizado, y que hoy día puede resultar hasta inverosímil, no tanto el hecho en sí, como la aceptación social de que así fuera.  Pues de cosas así, de abusos encubiertos o descarados, también habla la novela. Relato de una vida dura que se ha contado a la sazón, no para causar lástima, sino para reivindicar y honrar como merece una historia de lucha y superación inspiradora y digna de imitación. Admiraba a Fátima antes de leer este libro. Ahora la admiro infinitamente.




Mariaje López.


*Por orden de publicación:

*Mariaje López, “Por Caridad”

*Consuelo García del Cid Guerra, “La niña del rincón”

*Fátima Díez, “La gravedad de las lágrimas"

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