Cariño, he de reconocerlo: me encanta lo bien que llevas la casa; la tienes hecha un primor. Llevas por cierto unos días instándome a planchar, supongo que en broma. Que te podía planchar las camisas dices.
Si acaso que se pongan a la cola, las mías llevan esperando desde mucho antes. Confío en que te aburras pronto de esa extravagancia, que prueba un sentido del humor envidiable. Acaso protagonicé episodios del pasado en los que me ilusionaba planchar, incluso planchar bien, conducta que puede parecer aberrante siéndolo además, y de la que me he rehabilitado por completo.
De manera que sólo veo dos opciones para que continúes yendo hecho un pincel:
1.- Que uses ropa indeformable
2.- Que sigas profundizando en ese ejercicio neo-zen occidental que consiste en planchar y planchar mientras toda tu vida te pasa por delante.
Creo haber acumulado bastante penitencia para ser absuelta de asunto tan escabroso y si así no fuera, he de advertirte que todo empeño contrario a mi voluntad resultará inane.
No sé si ha quedado claro lo que intento decir, pero resumiendo:
No voy a planchar.
Mariaje López.
Tu escritora personal por Mariaje López se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
Tu escritora personal por Mariaje López se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
Qué bueno!!! Dí que si, yo tampoco plancho...
ResponderEliminar;-)
ResponderEliminarMuy bien dicho "novoyaplanchar"
ResponderEliminarsaludos tucho