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| Foto: http://www.traslamascara.com/ |
Escucho estos días voces que se abren paso en la esperanza. Después de esto cambiaremos, habremos aprendido, cambiarán los paradigmas, y el mundo será distinto, quizá mejor. Yo soy de quienes creen que si las grandes catástrofes nos llevasen a aprender, no habría habido una II Guerra Mundial. ¿Aprendimos de nuestra guerra civil? ¿Acaso no seguimos siendo los mismos y un poco más manipulables si cabe? Y cabe. No. La humanidad como colectivo no aprende ni cambia sus principales pautas por intensa y generalizada que sea la epidemia, la miseria, o la matanza.
Pero las personas, individualmente, sí podemos cambiar. Lo crucial es el número de transformaciones personales. No creo en la perdurabilidad de los cambios producidos por los movimientos de masas. Son llamativos pero inestables. Casi siempre requieren del esfuerzo constante de unos cuantos para mantener en el tiempo lo que se conquistó con una revolución masiva. La conquista perdurable solo tiene lugar en el terreno individual, la catarsis significativa y profunda únicamente se produce en el corazón y en la mente de cada persona.
Cuando la tormenta escampe volveremos a la calle. Que nadie espere encontrarse con otro mundo si antes no te se ha transformado a sí mismo.
Mariaje López
©Tu escritora personal por Mariaje López se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial.
Cuanta razón lleva López. Como conoce el género humano. Cuidese López y cuide de su Paco. Ánimo con su blog que ahora tenemos tiempo para leer. Quedé con Dios y que la providencia y el firmamento la protejan
ResponderEliminarCuídese también Esfinge. Aunque le cueste creerlo, me resulta difícil concentrarme en la situación actual. No por el aislamiento, al cual me someto voluntariamente de ordinario, sino por las circunstancias del mismo. Lo dicho, cuídese.
EliminarBuena visión Escritora. La mujer y el hombre son dos animales que tropiezan siempre dos y tres y más veces, con rocas similares. Espero que este bien Escritora, yo lo estoy pasando muy mal. Siga escribiendo usted que puede
ResponderEliminarMe apena que lo esté pasando muy mal, Salayero. No le preguntaré por no ser indiscreta, aunque me gustaría saber algo más. Espero que no esté enfermo ni nadie de su querencia. Protéjase cuanto pueda, y si en algo puedo ayudarle, usted dirá. Un abrazo.
EliminarMuchas gracias Escritora, me enternece y agradezco de corazón su respuesta. No es indiscreta. Gracias a Dios estoy bien, me da mucha penita de mis pobres padres, tengo terror a contagiarlos y no voy a verlos. Además han fallecido los padres de algún amigo, y me da mucha lastima la situación. No han podido ni verlos, ni velarlos, ni enterrarlos. Además de la impotencia ante esta plaga de origen desconocido
EliminarEspero que su entorno este bien.
Le agradezco enormemente su interés. Fuerte abrazo le envio
Entiendo su desazón Salayero. Yo tampoco veo a mi madre y me preocupa la situación de las residencias. En la de mi madre de momento están todos bien, y me mandan vídeos para que al menos nos podamos ver. Con todo las noticias son poco tranquilizadoras. Está haciendo lo correcto, le mando un fuerte abrazo. Cuídese mucho. Al menos a esta casa sí puede venir.
EliminarGracias Escritora. Ojala su madre disfrute de ver el fin de la epidemia en paz. Gracias por la acogida
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