jueves, 9 de marzo de 2023

La palabra más aterradora

 

Imagen: Dreamstime


Hace unos días estuve en la presentación de un nuevo proyecto para ayudar a personas con adicciones. Después de una intervención muy emotiva por parte del futbolista Julio Alberto Moreno Casas, imagen señera de la fundación, durante la cual desgranó, a grandes rasgos, su accidentada biografía de forma valiente y comprometida; tomó la palabra el director de proyectos (cuyo nombre lamento no recordar) quien nos habló de su propio hijo. Contó que éste, a consecuencia de sus adicciones, había estado muy grave y que, aunque físicamente se había recuperado, su situación ahora era irreversible.

Irreversible

Me di cuenta de que esa palabra me ha estado persiguiendo durante los últimos tres años. Y he descubierto que para mí es la palabra más aterradora del diccionario.

Me vino a la mente otra palabra, irremediable, y concluí que la distancia entre estas dos palabras, tan parecidas, es abismal. Porque ante lo irremediable todavía cabe esperar, hallar un último recurso, seguir alguna pista que lleve a descubrir un remedio hasta entonces insospechado. Pero cuando emerge lo irreversible, cae definitivamente el telón. Toda exploración pierde su sentido y su razón de ser. Cuando lo irreversible se declara, ya no hay nada que hacer. Todo está decidido, perdido incluso antes de que expire el plazo previsto. No hay remisión ni esperanza, por más que la esperanza sea un mal menor, porque solo la necesitan los desesperados. 

Por eso digo, y lo que es peor, siento, que para mí, esta es la palabra más aterradora. 

Irreversible

Y cuando ha sido dicha, aunque no haya sido pronunciada, no quedan más que dos caminos: el de negar y maldecir; o el de llorar y aprender. Yo he recorrido ambos.


Mariaje López 

Tu escritora personal por Mariaje López se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial.


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