"Mañana" es una palabra demasiado grande. Solo en una mente embotada cabe la ilusión de acapararla, de manejar unos límites que no posee, de ejercer sobre ella algún control.
"Mañana" es infinito, y por lo tanto, inabarcable e imprevisible, por más que en algún punto se ajuste a lo previsto. El mañana no es de nadie, aunque será de todos. De todos los que sigan aquí para entonces. Y no hay mayor ni más necia arrogancia que pensar que lo tendremos siempre a nuestra disposición. Cuando ni siquiera el hoy nos pertenece, porque nos es entregado de instante en instante, y no tenemos certeza de como será el siguiente.
Es difícil asumir esto: que la vida se va creando segundo a segundo, y que ese es el único intervalo para la libertad. En el afán de controlar el mañana caemos en la falacia de posponer el hoy. Y así, asomados al futuro incierto, vamos recorriendo el camino para al final preguntarnos, al atisbar la meta, en qué se fueron los años y qué estuvimos haciendo mientras tanto.
Mariaje López.
Tu escritora personal por Mariaje López se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario