domingo, 29 de septiembre de 2024

Las palmeras y el recuerdo



 En la Alcazaba de Almería. Foto: MiPaco

 

        Las cosas que duelen, las cosas que calman, las que sacuden, las que abren la trampilla del sótano o conducen hasta el desván. 

    Las cosas que vuelan por la azotea, las que corren el pestillo de ayer, las que abren el mañana, las que están naciendo hoy. 

    Las cosas que se borran en el vacío, las que nos encienden las risas, las que nos explotan en los ojos, las que se pudren sin florecer. 

    Las cosas que nos matan por dentro, las cosas que debiendo ser no fueron y las que fueron sin deber de ser. Las que nos rompieron en pedazos, las que nos hicieron crecer, las que nos redimieron para volver a nacer.  

    Las cosas que nos mordieron el alma, las que nos besan el corazón. Las palabras que debieron ser dichas, las que se dijeron, las que se secaron al sol. Los abrazos dados y los que nacieron muertos. Los besos que quisimos dar y los que jamás nos dieron. 

    El valor herido. 

    El tiempo perdido.

    El perdón fugitivo.

    El candor destrozado.

    Acaso el destino

    siempre rondando entre el silencio y el ruido. 

    El minuto constante. 

    El segundo vacío. 

    El sendero escondido.   

    El siguiente camino.

    Acaso el amor, 

    siempre luchando entre la luz y el olvido. 

    Recuerdos desbaratados de una mañana lánguida, bajo esa luz sin destellos de los días nublados, cuando en el marco de la ventana se mecen cansinas las elegantes palmeras. 


Mariaje López

Tu escritora personal por Mariaje López se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial. 

 

    

No hay comentarios:

Publicar un comentario