viernes, 25 de julio de 2025

Un puente estrecho

 

Imagen generada por IA


    Mi casa estaba al otro lado de un puente desvencijado por la intemperie. Tenía que cruzarlo para ir al pueblo. Por él solo podía caminar una persona cada vez, agarrándose bien a las barandillas de cuerda. Yo lo cruzaba sin miedo, afianzando el paso. 

Aquel día, cuando estaba hacia la mitad del recorrido, vi algo inusual. Un hombre se acercaba desde el otro lado, haciendo caso omiso de las recomendaciones. Cuando estuvo a pocos metros, aprecié sus grandes proporciones. Me saludó con una amplia sonrisa y la madera chascó bajo sus pies.

—Me temo que uno de los dos ha de retroceder —dije.

—Oh, no será necesario —repuso despreocupado—. Apretándonos un poco pasamos.

Yo miré el suelo de tablones con expresión escéptica. Y luego a él. 

—Me parece que no —aseveré.

—Puede estar seguro de que resistirá. 

Lo dijo con tal entereza que, aunque sin demasiada convicción, me avine a intentarlo. Al encontrarnos, el puente crujió y se bamboleó un poco. Ambos quedamos trabados de costado, pero mi oponente no cejaba en su empeño, arrastrándome consigo y obligándome a retroceder para avanzar él. El suelo de tablones comenzó a ceder. Caíamos al vacío. 

Me desperté sudoroso.  

Comprendí la advertencia y decidí escucharla. Aquella misma tarde hice las maletas y me marché de la casa para iniciar una nueva vida. Esta vez no dejaría que ningún obstáculo me lo impidiera. 


De "Un encuentro interminable" Mariaje López y Salvador Robles MIras, M.A.R. Editor

https://www.mareditor.com/narrativa/un_encuentro_interminable.html




Tu escritora personal por Mariaje López se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial.
  

No hay comentarios:

Publicar un comentario