(De Gefingal - Augusto Algueró)
Cuando preguntes cuál es el camino
para llegar a la felicidad;
"Ven conmigo, ven amigo",
a muchos escucharás.
El hombre rico dirá que es ser pobre,
el hombre pobre, quizás te dirá:
"Ven amigo, ven conmigo;
luchemos por ganar,
por ganar".
Te dirán que ser feliz
es vivir y confiar.
Te dirán, te dirán, que compartir
los que nada te darán.
Te dirán que ser feliz
es luchar por la igualdad...
Y verás las diferencias
cuando te puedan mandar.
Te cansarás de llamar a las puertas,
te cansarás, como yo me cansé.
Ven amigo, ven conmigo,
cuando no sepas qué hacer.
Yo te diré que no tengo la llave
del paraíso, y de un mundo mejor:
Ven amigo, ven conmigo;
y busca como yo,
como yo.
Te dire que yo perdí
lo que dicen que es ganar;
te diré, te diré, que conseguí
ser yo mismo y nada más.
Te dire lo que aprendí
sobre la felicidad:
Ser feliz, es una trampa
que nos tienden los demás.
... ... ... ... ...
Y lucha como yo...
como yo.
En homenaje a Raphael: el grande, el honesto, el artista: del cual aprendo a vivir al margen de la vulgaridad moral y existencial.
Mariaje López.
Si, reconozco que es un referente por lo que dices, y por su contínuo espíritu de lucha y de superación, pasando duros trances de salud, sin rendirse, para volver a estar ahí, arriba, a pesar del cambio experimentado en la industria musical y sus medios de distribución. Mi madre me lo ponía como ejemplo en aquellos años en los que pasaba las navidades en casa y escuchaba los "singles" con sus villancicos, que acababan por arrancarle las lágrimas. Feliz entrada y permanencia en 2014. Un abrazo.
ResponderEliminarTucho, esta letra es de Germán Luís Bueno Brasero (Gefingal). Si mis datos son correctos, hijo de un director de periódico comprometido, militante de la UGT: Luis Bueno. Tuvo un juicio sumarísimo, y lo condenaron a garrote vil. No contentos con eso, echaron a la calle a su primera esposa con sus ocho hijos, y a la segunda, Mariana Brasero, con el suyo, Germán Luís.
EliminarTambién te deseo lo mejor para el año que se avecina. Aunque avecinar siempre me ha parecido un verbo preocupante.
Todo esto en la Gerra Civil, claro.
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