Mentalidades y mentalidudas

Imagen:http://www.lasprovincias.es 

Esto es una obviedad: hay mentalidades abiertas como el cielo de África y herméticas como un tetrabrik; generosas como la silicona de Pamela Anderson y mezquinas como el culo de una ameba; suculentas como la web de Arguiñano y vermífugas como el cerebro de un skin. Están las que vuelan, las que reptan, las que cantan, las que babean, las que marean el asfalto y las que van a piñón fijo. Por estar, están todas: las teñidas, las prestadas, las gloriosas, las yuxtapuestas, las obsoletas, las potentes, las creadoras, las extraordinarias y las mediocres. Y las purulentas. La lista de adjetivos es, como bien sabes, inagotable. 

Por fortuna de equilibrios, el rescate procede de un alto grado de sensibilidad para lo bello, lo bueno y lo excelso allí donde aparece. Esto suele funcionar a manera de contrapeso, y alivia el desánimo cuando gravita en los ángulos más oscuros del espíritu. 

Mariaje López© Tu escritora personal por Mariaje López se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial.